lunes, 28 de enero de 2013

Me despido de este tren sin rumbo fijo.

-Yo no quería nada de esto. Yo no quería sufrir. No quería llorar, no quería pagar nada con mi almohada. No quería gritarle a los cuatro vientos lo mal que me sentía  No quería perderte. No quería verte con otra. Pero no fue decisión mía. Lo dejamos al libre albedrío. Dejamos que el destino tomara las riendas. Un destino vestido con tacones y lengua afilada.
>>Yo solo quería ser feliz. A tu lado. Quería que tu fueras el motivo de cada una de mis sonrisas. Quería que fueras mi mundo, mi puto mundo. Quería levantarme por las mañanas y ver un 'Buenos días pequeña, te he echado de menos esta noche' en la pantalla de mi móvil. Quería ser todo lo que necesitabas. Pero por supuesto, tu siempre quieres mas. Mas de lo que yo te podía dar. -Paro. Tomo aire.
Suspiro.
Sus ojos me miran contrariados, como si estuviera debatiendo en su interior. Como si no supiera que decir, porque yo lo había dicho todo. Y la verdad, así era.
Había dicho todo aquello que llevaba semanas guardando.
Había dicho todo lo que mis lagrimas intentaban retirar de mi mente y no podían. Había dicho las palabras que me ataban a un dolor interminable.
-¿Esto es el final?¿Así lo acabas?¿Así le pones fin a lo nuestro?
-Si, así acaba. Aquí acaba una historia que se atasco en el primer capitulo. Porque me he dado cuenta de algo. Me he dado cuenta de que las flores y los corazones solo sirven al principio. ¿Pero luego que? Luego todo se vuelve denso, y la niebla te obliga a ir a ciegas. Y nosotros no supimos continuar sin un objetivo fijo. Así que mientras yo seguía intentando ir hacia delante, tu te parabas haber si podías distinguir algo. Me he dado cuenta de que mientras yo lo intentaba, tu preferías concentrarte en un par de faldas cortas y escotes por el ombligo. Me he dado cuenta de que la niebla me cegó mas de lo que creía, y que fui tonta al pensar que estabas a mi lado intentando luchar una batalla que no valía la pena. Y así le pongo fin a un cuento que nunca debió haber existido. -Sonrío con tristeza. Y me despido del nudo que se ha formado en mi garganta. Me despido de el, y de sus ojos verde esmeralda. Me despido de este tren sin rumbo fijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario